domingo, 10 de julio de 2011

Viviendo

Cállate corazón desnudo, miras a tu alrededor la capciosa ceremonia de tu pelo enrulado. Tenemos que caminar al paraíso, drogarnos mutuamente, perecer en una piedra mas allá del desierto. Vuelve tus pasos, realiza tu pensamiento, desnuda el esqueleto que construyes con tus palabras. Queremos rebobinar éste momento, mirarnos a solas, y titubear nuestros nombres derramados en tu voz.
Llamaste a Carolina mientras ella se bañaba, caminando al gimnasio, recordaste tus amores extraviados, quieres entristecer la noche, quieres colgar el teléfono y medir el espacio.
Cambiaste de nombre, cambiaste de número de teléfono, y cambiaste de apellido, sin embargo tu mirada no cambia, tu corazón continúa igual, y tus pesadillas aún te aprietan el cuello.

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